Oh, pago viejo, ¡cuánto te añoro!
sendero largo, camino del arenal,
junto al estero de agua mansa
se pierde a lo lejos, bordeando el naranjal.
Cuántas veces me esperabas
sentada, bien empolvada
en la tranquera de su rancho
o a la sombra del saucedal.
Desde lejos ya escuchabas
la coscoja de mi montao
con apero chapeao
escarceando al llegar.
Pasaron años y no te olvido
vives en mi mente, lo mismo o más que ayer;
y hasta las auroras me traen recuerdos
de aquellos días que yo te juré volver.
Cuántas veces me esperabas...
sendero largo, camino del arenal,
junto al estero de agua mansa
se pierde a lo lejos, bordeando el naranjal.
Cuántas veces me esperabas
sentada, bien empolvada
en la tranquera de su rancho
o a la sombra del saucedal.
Desde lejos ya escuchabas
la coscoja de mi montao
con apero chapeao
escarceando al llegar.
Pasaron años y no te olvido
vives en mi mente, lo mismo o más que ayer;
y hasta las auroras me traen recuerdos
de aquellos días que yo te juré volver.
Cuántas veces me esperabas...
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